Digámoslo así. Cada hombre se merece la mujer que tiene. En este caso, el marido es un holgazán. La mujer trajo al cabrón y en lugar de echar inmediatamente a la esposa y al amante de la casa, se limitó a decir unas frases de objeción que no tenían ningún peso entre esos dos. Una humillación aún mayor fue cuando, después de que su esposa había sido follada, cogieron y salpicaron de semen la cara del marido y éste volvió a dar una bofetada.
¡Qué suerte tiene el papá de volver del trabajo! Y sus hijas son muy guarras, pero también tienen experiencia sexual. Me encanta cuando las chicas no se tumban como un tronco, sino que lo hacen todo claramente. Suerte de probar el culo apretado para la gloria. Estas dos bellezas son el sueño de todo hombre, saben lo que hay que hacer y no necesitan ningún consejo. ¡Eso es un montón de emoción, todo el mundo tenía una explosión!
Joder, yo también lo quiero Yo también lo quiero